Los terremotos o "seísmos" se originan, principalmente, por el choque o roce entre placas tectónicas liberándose una cantidad ingente de energía. El punto donde se origina el terremoto es "hipocentro" y el punto de la superficie justo encima de él se denomina "epicentro".
Las placas tectonicas se desplazan sobre un mar de magma y se encuentran en continuo movimiento, creándose y destruyéndose constantemente. Cuando dos placas se encuentran puede suceder que una placa se curve y pase debajo de otra hacia el interior de la Tierra donde se destruirá, o bien que ambas colisionen y generen una cordillera. Cabe decir que estos últimos sean puntos de gran actividad volcánica.
Sea cual sea el origen, los terremotos generan una cantidad ingente de energía que se transformará y propagará en forma de ondas. Para poder medir la energía liberada en un terremoto se recurre principalmente a la escala de Richter.
Se puede dar el caso en el que el terremoto suceda en el mar, hecho que provoca una gran ola y que desplaza una enorme cantidad de agua. A esto se le denomina Tsunami. Cuando un Tsunami impacta en la costa arrasa todo lo que encuentra a su paso. Unido a un terremoto puede llegar a originar una catástrofe como la mencionada en Japón.
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